Una API, por sus siglas en inglés (Application Programming Interface), es un conjunto de reglas y protocolos que permite que diferentes aplicaciones de software se comuniquen entre sí. Es como un puente que permite que dos sistemas distintos intercambien datos y realicen operaciones entre sí.
Imagina que estás en un restaurante. El menú representa las funciones disponibles (como los datos y servicios) y el camarero es la API. Tú (la aplicación) le dices al camarero (API) qué quieres (haces una solicitud) y el camarero se lo lleva al chef (el sistema), quien prepara la comida y el camarero te la trae de vuelta.